Tras desechar (al chatarrero) mi padre el dumper que llevaba en la empresa mas años que el sol, me propuse restaurarlo y dejarlo en el cortijo para la aceituna o pequeñas obras que surtieran, tras dos meses fabricando piezas, soldando, lijando, cambiando aceites, reparando bombas, poniendo ruedas y infinidad de cosas mas conseguí dejarlo en un estado bastante bueno y llevando ya dos años en el cortijo sin dar fallo alguno¡¡
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